martes, 15 de septiembre de 2009

LOS 10 SÍNTOMAS DE LA PAZ INTERIOR

A lo largo de la historia de la humanidad, sabios pertenecientes a diversas culturas surgidas en diferentes puntos del planeta consideraron la paz interior uno de los bienes capitales - probablemente, el más valioso - que debe procurarse el ser humano. La explicación de la preponderancia de este bien sobre el resto resultaba prácticamente obvia: sin tranquilidad de espíritu, el individuo se encontraba imposibilitado de disfrutar de cualquier otro bien, no importaba cuál fuera su naturaleza o magnitud.
En la actualidad las enseñanzas de aquellos sabios mantienen plenamente su vigencia y cobran una enorme importancia, debido al vertiginoso ritmo de la vida moderna y del nivel de ansiedad y estrés que ésta conlleva. El desequilibrio y el nerviosismo cotidianos se multiplican día a día y amenazan con transformarse en una suerte de epidemia que, al expandirse, podría tener efectos devastadores, similares a los de una nueva guerra mundial.
Por este motivo y a fin de preservamos como individuos y como especie, debemos tomar conciencia de los riesgos que implica la pérdida de la paz interior y esforzarnos por preservar a toda costa este preciado bien.

Pero, ¿cómo saber si realmente gozamos de tranquilidad espiritual? ¿No es posible que vivamos engañando a los demás y a nosotros mismos, fingiendo un estado de equilibrio interior que en verdad no poseemos? Con el propósito de despejar dudas, los estudiosos afirman que existen 10 síntomas inequívocos presentes en todos aquellos seres que manifiestan una auténtica paz espiritual:

1 - Tus pensamientos y actos son espontáneos y no obedecen a temores heredados de experiencias anteriores.
2 - No acostumbras recriminar nada a quienes te rodean ni a ti mismo/a.
3 - El mundo no es entendido por ti como un foco de conflictos sino como el mero escenario del accionar humano.
4 - Ante un problema, no reaccionas preocupándote; buscas soluciones.
5 - Posees una enorme capacidad de disfrutar de cada instante.
6- Agradeces permanentemente a cuantos te brindan su ayuda.
7 - Tienes la certeza de vivir en plena conexión con tus semejantes y con la
naturaleza.
8 -Sonríes frecuentemente, expresando la alegría y la seguridad que tu
postura ante la vida te proporciona.
9 -Optas por dejar que las cosas simplemente sucedan en vez de forzar la realidad.
10 - Permaneces abierta/o al afecto emanado de tu entorno y sientes una imperiosa necesidad de extender tu mano al prójimo.

CARTA DEL JEFE PIEL ROJA DE SEATTLE, COMO RESPUESTA A LA PETICIÓN DE COMPRA DE SUS TIERRAS, EN 1854

¿cómo se puede comprar el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros .Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que ustedes se propongan comprarlos?

Mi pueblo considera que cada elemento de este territorio es sagrado. Cada pino brillante que está naciendo, cada grano de arena en las playas de los ríos, los arroyos, cada gota de rocío entre las sombras de los bosques, cada colina, y hasta el sonido de los insectos son cosas sagradas para la mentalidad y las tradiciones de mi pueblo.La savia circula por dentro de los árboles llevando consigo la memoria de los Pieles Rojas. Los Caras Pálidas olvidan a su nación cuando mueren y emprenden el viaje a las estrellas. No sucede igual con nuestras muertos, nunca olvidan a nuestra tierra madre.

Nosotros somos parte de la tierra. Y la tierra es parte de nosotros. Las flores que aroman el aire son nuestras hermanas. El venado, el caballo y el águila también son nuestros hermanos. Los desfiladeros, los pastizales húmedos, el calor del cuerpo del caballo o del nuestro, forman un todo único.Por lo antes dicho, creo que el jefe de los Caras Pálidas dice que al venderle nuestras tierras él nos reservaría un lugar donde podríamos vivir cómodamente. Y que el se convertiría en nuestro padre. Pero no podemos aceptar su oferta porque para nosotros esta tierra es sagrada.El agua que circula por los ríos y los arroyos de nuestro territorio no es sólo agua, es también la sangre de nuestros ancestros.

Si les vendiéramos nuestra tierra tendrían que tratarla como sagrada, y esto mismo tendrían que enseñarle a sus hijos.Cada cosa que se refleja en las aguas cristalinas de los lagos habla de los sucesos pasados de nuestro pueblo. La voz del padre de mi padre está en el murmullo de las aguas que corren. Estamos hermanados con los ríos que sacian nuestra sed. Los ríos conducen nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos.Si les vendiéramos nuestras tierras tendrían que tratar a los ríos con dulzura de hermanos, y enseñar esto a sus hijo.Los Caras Pálidas no entienden nuestro modo de vida. Los Caras Pálidas no conocen las diferencias que hay entre dos terrones.

Ustedes son extranjeros que llegan por la noche a usurpar de la tierra lo que necesitan. No tratan a la tierra como hermana, sino como enemiga. Ustedes conquistan territorios y luego los abandonan, dejando ahí muertos sin que les importe nada. La tierra secuestra a los hijos de los Caras Pálidas, a ella tampoco le importan ustedes. Los Caras Pálidas tratan a la tierra madre y al cielo padre como si fueran simples cosas que se compran, como si fueran cuentas de collares que intercambian por otros objetos. El apetito de los Caras Pálidas terminará devorando todo lo que hay en las tierras hasta convertirlos en desiertos.

Nuestro modo de vida es muy diferente al de ustedes. Los ojos de los Pieles Rojas se llenan de vergüenza cuando visitan poblaciones de los Crasa Pálidas. Tal vez esto se deba a que nosotros somos silvestres y no los entendemos a ustedes. En las poblaciones de los Caras Pálidas no hay tranquilidad, ahí no puede oírse el abrir de las hojas primaverales ni el aleteo de los insectos. Eso lo descubrimos porque somos silvestres. El ruido de sus poblaciones insulta a nuestros oídos. ¿Para qué la vida al ser humano si no pude escuchar el canto solitario del pájaro chotacabras? ¿Si no puede oír la algarabía nocturna de las ranas al borde de los estanques? Como Piel Roja no entiendo a los Caras Pálidas.

Nosotros tenemos preferencias por los vientos suaves que susurran sobre los estanques, por loa aromas de este límpido viento, por la llovizna del medio día o por el ambiente que los pinos aromatizan.Para los Pieles Rojas el aire es de un valor incalculable, ya que todos los seres compartimos el mismo aliento, todos: los árboles, los animales, los hombres. Los Caras Pálidas no tienen conciencia del aire que respiran, son moribundos insensibles a lo pestilente.Si les vendiéramos nuestras tierras debe saber que el aire tiene un inmenso valor, deben entender que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene.

El primer soplo de vida que recibieron nuestros abuelos vino de ese aliento. Si les vendiéramos nuestras tierras tienen que tratarlas como sagradas. En estas tierras hasta los Caras Pálidas pueden disfrutar el viento que aroma las flores de las praderas.Si les vendiéramos las tierras ustedes deben tratar a los animales como hermanos. Yo he visto a miles de búfalos con sus trenes y ahí los dejan tirados, no los matan para comerlos. No entiendo como los Caras Pálidas le conceden más valor a una máquina humeante que a un búfalo. Si todos los animales fueran exterminados el hombre también perecería entre una enorme soledad espiritual.

El destino de los animales es el mismo que el de los hombres. Todo se armoniza.Ustedes tienen que enseñarle a sus hijos que el suelo que pisan contiene las cenizas de nuestros ancestros. Que la tierra se enriquece con las vidas de nuestros semejantes. La tierra debe ser respetada. Enseñen a sus hijos lo que los nuestros ya saben: que la tierra es nuestra madre. Lo que la tierra padezca será padecido por sus hijos. Cuando los hombres escupen al suelo se escupen ellos mism. Nosotros estamos seguros de esto: la tierra no es del hombre, sino que el hombre es de la tierra. Nosotros lo sabemos. Todo se armoniza, como la sangre que emparente a los hombres.

Todo se armoniza.El Hombre no teje el destino de la vida. El hombre es solo una hebra en ese tejido. Lo que haga en el tejido se lo hace a él mismo. El Cara Pálida no escapa a ese destino, aunque hable con su dios como si fuera su amigo.A pesar de todo, tal vez los Pieles Rojas y los Caras Pálidas seamos hermanos.

Pero eso ya se verá después. Nosotros sabemos algo que los Caras Pálidas tal vez descubran algún día: ellos y nosotros veneramos al mismo Dios. Ustedes creen que su dios les pertenece, del mismo modo que quieren poseer nuestras tierras. Pero no es así.

Dios es de todos los hombres y su compasión se extiende por igual entre Pieles Rojas y Caras Pálidas. Dios estima mucho a esta tierra y quien la dañe provocará la furia del creador. Tal vez los Caras Pálidas se extingan antes que las otras tribus.

Está bien, sigan infectando sus lechos y cualquier día despertarán ahogándose entre sus propios desperdicios. Ustedes avanzarán llenos de gloria a su propia destrucción, alentados por la fuerza del Dios que los trajo a estos lugares y que les a dado cierta potestad quien sabe porque designio.Para nosotros es un misterio que ustedes estén aquí, pues aún no entendemos por que exterminan a los búfalos, ni porque doman a los caballos quienes por naturaleza son salvajes, ni porque hieren los recónditos lugares de los bosques con sus alientos, ni por qué destruyen los paisajes con tantos cables parlante. ¿Qué ha sucedido con las plantas? Están destruidas.¿Qué ha sucedido con el águila? Ha desaparecido.

De hoy en adelante la vida ha terminado. Ahora empieza la SOBREVIVENCIA!!

ALGUNAS PALABRAS DE NUESTROS ABUELOS AUTENTICOS MEXICANOS

LA REALIDAD ES LA VISION QUE TENEMOS DE LAS COSAS, PERO HAY OTRAS REALIDADES QUE SON MAS SUTILES AUN...EL SER HUMANO EN SU PROCESO D EVOLUCIÓN, SE HA DESCONECTADO DEL COSMOS Y SE ENCUENTRA EN UN DESAMPARO ANÍMICO QUE PRETENDE SUPLIR CON COSAS MATERIALES LO QUE LO CONDENAN A LA AUTODESTRUCCIÓN,

POR ESO ES IMPERATIVO EL RETORNO AL ORDEN NATURAL!